#FlorDeCafé



“Apasionada, reflexiva e imparable” son tres palabras que Hilda Zacarias de Jesús reconoce en ella para definirse y quien tenga el gusto de conocerla sabrá que son cualidades que marcan el ímpetu de su vida.

Hilda se muestra apasionada cada vez que habla sobre su proyecto de vida denominado Unión de Productores de la Región Triqui S.C. de R.L. de C.V. Proyecto que lleva más de siete años impulsando el café de la región Triqui de Oaxaca de donde es originaria. Para las y los agricultores de esta región el café es una forma de vida, una forma de sobrevivir y lo que sus antecesores les enseñaron y heredaron. Viven bajo una estructura cooperativa de ayuda mutua y en beneficio de su comunidad. Estos valores son justamente los que dentro de la economía social y solidaria, y en particular dentro del cooperativismo, se buscan transmitir y aplicar. Hilda los entiende, los vive, los conoce desde que nació y ahora los impulsa y transforma porque sabe que es una manera eficiente que les permite obtener un precio más justo por sus cosechas de café, evitando a muchos intermediarios. La ruta del café de Oaxaca -kagüe xa’a ma yacue’a- desde el árbol a la taza tiene un camino complicado que comienza con el agricultor, el tostador, el minorista, y finalmente el consumidor que muchas veces desconoce el proceso cafetalero y las imbricadas relaciones que conlleva su producción. Para Hilda simplemente “el café es algo que hemos amado desde hace mucho tiempo, algo que gusta y que sabe delicioso”. Ese amor proviene del conocimiento que tienen de su café y del esfuerzo que implica su cultivo y su cuidado.

Trabajar en un #entorno cooperativo para Hilda es algo natural, sin embargo, hace hincapié en que hace falta contar con las herramientas técnicas-administrativas para poder vencer los retos legales, fiscales y demás que representan el conformarse con la figura jurídica de sociedad cooperativa y poder ser competitivos en el mercado. El gran reto es “dar a conocer al mundo nuestra cultura, que perdure a través de la lengua, de la vestimenta, de la gastronomía y que se reconozca”. 

Cuando Hilda habla de los cambios sociales, de mentalidad, de tradiciones arraigadas para dar apertura a nuevos procesos se muestra reflexiva y reconoce que estas #FisurasEnElTiempo se trasladan de un #entorno a otro con este intercambio cultural que existe entre la comunidad Triqui y la Ciudad de México. Para ella el esfuerzo y dedicación al trabajo se lo inculcaron sus padres. El amor y respeto que tiene a su familia viene también de momentos complicados en su vida como cuando en la secundaria estuvo al cuidado de monjas y alejada de su familia. Esta situación le permitió valorar el trabajo de sus padres, los lazos familiares, las amistades y la buena compañía. Durante esta etapa también aprendió a ser disciplinada en su trabajo y fue perdiendo la timidez que la caracterizaba.  Desde la preparatoria Hilda ha estado trabajando para realizar proyectos colectivos que beneficien a su comunidad. Ella es una emprendedora que se describe a sí misma como “líder, porque he convencido a mi familia de que vayamos por eso y más para poder crecer”. Y esta mentalidad, fuerza, pasión y su juventud la hacen imparable. En todo momento contempla grandes planes de su cooperativa para sus socias y socios, su familia y la comunidad Triqui. Sabe bien que lo principal es estar dispuestos a tener un aprendizaje constante y que de ello puedas ampliar tu visión y tener una perspectiva con contextos diferentes.

Para Hilda, su hermano mayor es un ejemplo de vida que le permitió tomar decisiones que le ayudaron a trazar su propio rumbo y poder terminar recientemente su licenciatura en Administración y Mercadotecnia en la Universidad Marista. Hilda está consciente que en la actualidad “no es necesario terminar una licenciatura o tener un título, lo importante es irse preparando día a día”. Aunque contempla la realización de una maestría y un doctorado, no lo ve como algo lineal e inmediato, sino como parte de un proceso de crecimiento donde debe de integrarse la experiencia de vida para que este esfuerzo sea más nutrido y tenga un sentido aplicado. 

En este 2018 emprendió su primer local fijo de venta de café y gastronomía Triqui. Aunque los resultados no favorecieron económicamente a su cooperativa, Hilda ha podido observar el proceso y los aprendizajes que obtuvieron de este primer intento. Ella junto a su cooperativa siguen trabajando, su visión a cinco años es grande y saben bien que para posicionar su producto hay mucho trabajo por delante. Destaca que para ser un jugador clave en el mercado internacional del café, la calidad del grano debe ser la número uno para conquistar al consumidor. A corto plazo, la ciudad de Monterrey y otros estados de la República Mexicana tendrán el gusto de contar con su café Triqui, y a mediano y largo plazo estarán exportando a Asia y a Europa.

Compartir un momento con Hilda es contagiarte de su alegría, de su energía positiva. Es ver su sonrisa y tener la sensación de que es posible realizar lo que te propones. Escuchar sus palabras seguras y llenas de emotividad resultan una oportunidad de reflexión para cuestionarte sobre tus acciones en pro de tu propia comunidad, de tu propio #entorno. Poder sentir su fuerza, asombrarte por su visión y reconocer que sus conocimientos sobre cooperativismo no vienen solamente de un documento o del estudio, sino de su práctica diaria, de su forma natural de vida en comunidad, vienen del corazón. Hilda nos inspira a seguir esforzándonos en nuestro trabajo de manera comprometida, sabiendo que una buena taza de café Triqui es una excelente compañía que nos ayuda a seguir adelante, va más allá del simbolismo de tomar café como una experiencia estética en sí misma, se trata de encontrarle sabor a la vida misma.

Te invitamos a conocer la propuesta de Hilda a través de su red social y animarte a degustar su café.


                                                                    © COLOQUIO TRANSDISCIPLINARIO DE ENTORNOS SOCIALES  2018