#EntornoNatural

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David Correa (Valencia, España) es un joven ingeniero agrónomo especializado en hortifruticultura y jardinería por la Universidad Politécnica de Valencia, además de ser un emprendedor que hace diez años decidió cambiar radicalmente de entorno. Generalmente las personas migran de los llamados países en desarrollo a los países desarrollados, sin embargo, su cambio fue en la dirección opuesta.

Sus palabras transmiten pasión y emoción por los proyectos verdes que desarrolla. En entrevista para el #CTES nos comenta que cuando te enfrentas a cambiar de #entorno es cuando te das cuenta que ese cambio debe ir acompañado de un cambio de mentalidad. En un principio, los socios David y David -mejor conocidos como "Los dos Davides"- tenían la idea de centrarse en trabajos de jardinería y desarrollo de proyectos dentro de ese ámbito. Sin embargo, el deseo de ampliar el negocio a otros entornos que contemplaran la educación ambiental los llevó a ofrecer una gama más variada de servicios de los cuales, actualmente, David Correa se encarga y atiende, sobre todo cuando el otro David decidió volver a Valencia, España. Su empresa "Entorno Natural" está basada e inspirada en los principios de Masanobu Fukuoka, que generó la llamada "agricultural natural" basada en la permacultura sencilla y sostenible.

Pero, por qué migrar de Valencia, España a Puebla, México. Básicamente la idea surge por buscar otras oportunidades dada la difícil situación económica que se vivía en España hace algunos años, ese fue el detonante que motivó a David a salir de Valencia en busca de otras posibilidades. Para llegar a esas posibilidades el primer gran paso a dar era dejar a su familia atrás y por primera vez en su vida hacer un viaje en avión para ir al continente americano. Una gran ventaja que David veía era tener amigos en Puebla, México y sobre todo que el idioma era el mismo: el castellano. No obstante, se enfrentó a que ese cambio de entorno sería todo un reto inesperado porque la plasticidad del idioma muchas veces hacía imposible la comunicación. Las palabras no significaban lo mismo, el juego de palabras, no comprender el humor local, no entender ciertas expresiones, los mexicanismos, simplemente enfrentarse a las diferentes palabras que indican la riqueza multicultural del país y en particular del estado de Puebla, México. Otro aspecto que le llamó la atención al llegar a Puebla fue la biodiversidad de la región, esas condiciones bioclimáticas ideales para poder cultivar durante todo el año diversas variedades de plantas, algo que en su natal Valencia no podría realizar.

Se encontró también con la necesidad de generar una cultura ambiental en un entorno que adolece en gran medida de esta visión. Fue justamente esta labor la que le comenzó a dar gran satisfacción. "Se trata de salir de esa zona de confort, de estar en una adaptación constante que al final saca lo mejor de ti", menciona entusiasmado David al recordar esos días. Uno de los panoramas para el cual no estaba del todo preparado y no había contemplado era impartir talleres, primero a grupos reducidos con objetivos ambientales específicos, y más tarde, impartiendo cátedra en diferentes universidades de Puebla. Cuando le preguntamos sobre un indicador que diera cuenta de que su labor incidiera en las personas de un modo más profundo, muy feliz nos comentó que es justo cuando las personas se acercan a ti y te dicen "David, rebasaste mis expectativas, abriste un mundo de posibilidades que yo no tenía contemplado, quiero aprender más". Y es justo ese aprendizaje significativo el que David logra generar en sus talleres al demostrar que el cuidar de tu ambiente es cuidar de ti mismo, es un doble beneficio pues la naturaleza logra conectar a cada persona y le brinda un estado de tranquilidad.

Como emprendedor está muy consciente de que los retos son una constante, así como el aprendizaje continuo para adaptarte y poder tener una vida cambiante. Tal como comenta, las situaciones en general son variables "A veces estás menos establecido, todo es más improvisado, las situaciones son menos predecibles pero no por eso menos felices". Otro aspecto interesante que David resalta es que hay que tomar acción, ser decididos, se puede tener miedo, por supuesto, pero el miedo no debe petrificarte. El ser valiente él lo define como el que tiene miedo y aún así se atreve a hacer las cosas. David aconseja que si llegas a tener un pensamiento de duda ante un emprendedurismo que desees comenzar, simplemente te atrevas. El no hacerlo puede ser lo más sencillo, pero si lo haces no te arrepentirás. El aprendizaje y lo vivido son logros que te demuestran que puedes confiar en ti.

El entorno ideal de David es el que se encuentra en equilibrio, donde un elemento no opaca al otro, sino que viven juntos de manera armónica. Otro entorno es el que se crea a partir de una necesidad personal de acercamiento a lo verde. Cuando logras estar al tanto de ese llamado y te lleva a tomar contacto con la naturaleza habrás dado el primer gran paso. Esto puede comenzar de a poco: cuida una planta, obsérvala crecer, florecer, incluso morir, porque esto es parte de la vida. Los cambios bruscos por el contrario son traumáticos y te pueden alejar de algo que te hará muy bien. Por eso la sugerencia de ir poco a poco transformando nuestro entorno en un entorno natural muy emotivo que te de momentos de paz y puedas compartir.

Te invitamos a que conozcas el #Entorno Natural que ha creado David y lo sigas en su Facebook para que te integres a una comunidad comprometida con sensibilizar a las personas sobre la importancia de crear y disfrutar de espacios verdes.

¡Gracias David por inspirarnos!



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