#MulticulturalismoEnAcción



De haber terminado sus estudios de grado en ciencias biológicas, imagino que tal vez Maxi sería un docente increíble, dedicado a sus estudiantes, a resolver dudas, a compartir conocimientos, a guiarlos y sobre todo a motivarlos. De haber seguido en la construcción, además de ser jefe de cuadrilla, hubiera llegado a consolidar más grupos de trabajo comprometidos que edificarían barrios enteros. Inclusive, no dudo que sería capaz de gestionar cuestiones políticas internacionales por la facilidad que tiene al tratar con gente de diferentes costumbres, ideas y formas de ser: eso es multiculturalismo en acción. Pero las cosas no son como yo las pueda imaginar. El #entorno en el que vivimos suele dar forma a la manera en la que somos, y hay ocasiones en las que existen transformaciones que se presentan de manera abrupta. Así, los cambios históricos, políticos y sociales revolucionan lo que dábamos por sentado haciendo que ese #entorno conocido se transforme en uno distinto.

Existe también la posibilidad de que sin importar en que #entorno te encuentres, tus actos y acciones hagan transformaciones -idealmente positivas- para que ese ambiente en el que te desenvuelves sea mejor. Y Maxi lo que hace cada día en su trabajo es transformar con su presencia, con su actitud y con su empatía ese #entono en el que se desempeña. Tal vez para él sea cosa del día a día pues se identifica a sí mismo como “un trabajador.... solamente”. Sin embargo, quisimos conocer un poco más de su historia, pues su excelente disposición y entrega en su labor le hacen sobresalir y nos permite descifrar al ser humano que está detrás de ese puesto de trabajo.

Incluso antes de nacer, esos cambios de #entorno marcaron su historia de vida cuando sus padres tuvieron que migrar de su natal Valladolid para sacar adelante a su familia numerosa trabajando en la minería en León, España. En esa época, el gobierno implantó becas a las familias con escasos recursos económicos, cuyos beneficios anuales había que renovar y ganarla curso a curso con la cultura del esfuerzo del notable. Una de esas becas la obtuvo Maxi y a los nueve años entró a un colegio como interno. El tiempo que pasaba en casa era durante los periodos vacacionales y los aprovechaba al máximo para trabajar en el campo, la albañilería o cualquier empleo que los vecinos tuvieran disponible; al final como él lo menciona “desde niño yo me buscaba la vida”. En el colegio, asistir a clase, poner atención al profesor, escuchar cuidadosamente y presentar los exámenes para obtener sobresalientes fue la forma de superar de manera notable sus estudios de educación general básica y posteriores. Esta situación cambió drásticamente cuando decantado hacía el área de Biológicas accedió a la Universidad de Salamanca. La dinámica de enseñanza, el elevado número de estudiantes por aula, la poca cercanía que tuvo con sus profesores, la dedicación de un mayor tiempo al deporte disminuyó su desempeño escolar. Además, el fin de la prórroga militar que le habían concedido por estudios, le supuso estar fuera de la Península Ibérica en Ceuta durante un intenso año, pero con la gratificación de terminar quinto en el entonces servicio militar obligatorio.

Al prestar atención a su narrativa de vida puede darme cuenta de que cada vez que habla de su esposa, una sonrisa muy particular y cariñosa se dibuja en su rostro para discretamente regresar a su semblante habitual. Y es que el #amor también transforma y fue justo por esa razón, que al terminar su servicio militar decidió ir a País Vasco donde vivía su entonces novia. Podríamos decir que él construyó parte de la ciudad de San Sebastián y no metafóricamente, sino ladrillo a ladrillo que en cada jornada iba edificando. Parecía que ese #entorno de estabilidad, donde con un salario digno podías salir a cenar fuera, a disfrutar la gastronomía tan reconocida de la región y continuar consolidando la calidad de vida del País Vasco, podría perdurar e incluso mejorar. Parte del éxito en ese empleo se debió a que “el esfuerzo que pones para que todo salga bien es conocer el trabajo y conocer a la gente con la que trabajas”. Maxi se preocupa y se ocupa de “observar, de mirar a los demás, de aprender y de trabajar”.

No obstante, el contexto socio-político volvía a sacudir su vida como la de miles de trabajadores. Fue así que Maxi, anticipándose a diversas dificultades laborales, optó por convertirse en vigilante de seguridad.

De manera general, la presencia de un vigilante de seguridad nos aporta confianza en el #entorno en el que nos encontramos. Evidentemente, Maxi está capacitado para reaccionar efectivamente ante situaciones inesperadas y, en el día a día, a realizar las comprobaciones necesarias para que las cosas marchen adecuadamente. Para Maxi hacer bien su labor representa “poder llegar a casa sabiendo que no ha habido problemas al haber evitado que una chispa encienda una hoguera”. Y fue justamente en el desempeño de esta labor, colaborando con personas en situación de pobreza y necesidad, tanto españoles como migrantes de distintas nacionalidades, en la que aprendí de Maxi que “no estar a la defensiva, no tocar la fibra sensible de las personas sobre una situación que les puede doler, y hacerles saber que lo que ocurrió en su día se va a solucionar” son aspectos relevantes que resultan importantes en un momento en que la crisis migratoria internacional se presenta agresiva e incluso inhumana.

De Maxi también podemos aprender que incluso en esos ambientes hostiles, la capacidad para ser solidario, bondadoso, compasivo, comprensivo y justo son cualidades que se requieren. Cuando le pregunté sobre lo que le sorprende de su entorno su respuesta fue contundente: “en esta época es difícil asombrarse, pero la incertidumbre es lo que me puede sorprender. Vivir en la calle desgasta, la reacción de los chicos va a cambiar de acuerdo a cómo te trate la calle, una persona puede tener cambios impresionantes, por eso es importante conocerles para tratarles dignamente y encontrar la forma de hablares día a día”.

Sin duda alguna, la experiencia de vida ha sido la que ha dado forma a su carácter empático y vivaz. Un aspecto que sorprende de sus historias es que reconoce sus debilidades en sus intereses, motivo por el cual ha dado varios giros en su historia. En esta época de cambios en nuestro #entorno esa “debilidad” es más bien una fortaleza que permite reconocer los puntos a mejorar. El aprendizaje en cada paso de su andar ha sido constante, intenso y no por nada fortuito. Tener la oportunidad de conocer un poco de su vida también te permite aprender de una manera casi didáctica que, incluso en una situación de crisis, se puede salir adelante si se tiene la voluntad, el determinismo y la disciplina para poder seguir con una sonrisa. Maxi nos inspira y nos permiten seguir haciendo nuestro trabajo de la mejor manera, sin importar que en algún momento las cosas no salgan como lo esperas. Simplemente se trata de ser como Maxi y hacer de cada día un día excepcional sin importar el #entorno en el que te encuentres.

Eskerrik asko Maxi!!!!

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